El yin yang
Nunca
reparé seriamente acerca de estos términos, pero actualmente, se busca con
desesperación respuestas no científicas a todos los problemas, dilemas,
conflictos y berrinches sociales y personales, que nos aquejan día a día; o sea,
nuestra locura existencial, desde el estrés por el exceso de trabajo hasta el
por qué la persona que queremos no nos quiere.
Es
increíble cómo se llenan ahora los consultorios psicológicos y psiquiátricos,
buscando la paz y sensatez que nos es imposible encontrar por nosotros mismos.
Antes,
no necesitábamos “expertos” que nos ayudaran y mucho menos medicamentos o será
que estábamos tan absortos tratando de resolver nuestros problemas y no en
saber lo que los causó.
Pues
bien, hay una lista de actividades que los expertos nos sugieren para poder
lidiar con nuestro día a día: deportes, régimen alimenticio, yoga, música, etc.
Los deportes son actividades que se deben practicar estés loc@ o no, el régimen
alimenticio, mientras no me quiten mis grasitas y frituras adoradas puedo comer
todas las verduras orgánicas que me pidan, el yoga es algo contradictorio, o en
mi ignorancia ya que no lo practico, no le veo el fin relajante a doblarme y
contracturarme al punto de no poder moverme al día siguiente y tomar antiinflamatorios
y analgésicos de por vida. Y con la música, hay géneros que definitivamente no
escucharía con fines terapéuticos, como por ejemplo, las guarachas que escucha mi
vecina del primer piso a todo volumen, todos los días. Valgan verdades, si hay
algo que me está llevando al borde del desquicio, son los gustos musicales de
mi muy desafinada vecina.
Pues
bien, el yin y el yang según mi entendimiento, es la continua interacción y
equilibrio frente a lo que nos rodea. Contínua, porque todo es cambiante y efímero,
cuando llega la felicidad, el éxtasis, la tranquilidad, duran lo que tienen que
durar y luego pasan dando lugar a otros estados. No siempre todo es felicidad,
ni todo es tristeza, ni los problemas duran cien años. Lo que sube tiene que
bajar, lo que entra tiene que salir, lo que se para al final, cae. Así de
simple y sencillo, como incomprensible y complejo.
¿Por
qué me pasa a mí? Generalmente, es porque lo buscamos. Si es algo malo, di no,
y no llores cuando te alcancen las esquirlas de tus actos. Si es bueno,
disfruta, ríe, atesóralo.
En
esta vida hay que ser constantes en todo y sobre todo, no perder las
perspectivas y esperanzas de lo que queremos llegar a ser. Planea, organiza,
replantea, intenta, vuelve a intentar, completa, supéralo, avanza y alcanza.
Porque por cada cosa que logres, surgirán 10 más.
Es
ley que cuando te va bien en un aspecto de tu vida en otro das pena, con sus
mínimas excepciones. Los exitosos en el trabajo, desafortunados en el amor, y
viceversa. Pero, si en los dos eres miserable, es tiempo de ir a tu chamán más
cercano para que te ayude a repeler esa mala racha.
El
yin yang me encanta cuando es jarabe de Palo quien me lo explica.
Así
que si sientes que algo es un tu vida te abruma, échale un vistazo general a tu
entorno, siempre hay alguien a quien le va peor que a ti.
Particularmente,
entre le yin y el yang, me quedo con el ñam.
También me quedo con el
ResponderEliminarñam definitivamente. Y bueno sin subidas y bajadas no hay vida, estamos aquí para aceptar, aprender y superar, pero por sobre todo estamos aquí para ser felices, ya que nadie lleva la carga que no pueda cargar y como dices siempre habrá situaciones peores que la de uno, sin quitarle la importancia y el valor a la nuestra.
Excelente blog, divertido y real. Me quedo con el chaman jajajjaja
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