Mientras llega la inspiración

Ahora que la última de mis hijas está un poco más grande, digamos que tengo algo de tiempo libre. Entre los quehaceres y demandas familiares, comencé a vender los famosos productos por catálogo… No diré marca, para no promocionar a nadie, ya que nadie me promociona a mí, pero son tres líneas entre cosméticos, ropa y artículos para el hogar. En la última reunión que fui, hasta himno cantaron, una suerte de mímicas y letras "reflexivas" y "bien rimadas", arengando al empoderamiento de la mujer. Gran frase pero mala canción. Me sentí algo desubicada y mientras observaba con mi cara de "Kevin Arnold"  hacía el juramento mental de nunca más regresar y realizar cualquier transacción por internet  para evitar estos momentos incómodos. No quiero mentir, no soy una súper vendedora, pero por ahí hago el intento. Siempre me he considerado más que vendedora, compradora y mientras decido bien cómo reinsertarme al mundo laboral, pues heme aquí, entre labiales, sombras, brasieres, y ollas que muchas veces pido para mí más que para mis "clientes"; y es qué, aún no puedo definir qué quiero hacer, estoy como Candy Candy que quiere ir en busca de su camino; el problema es que aún no sé cuál es el mío.
Lo más lógico sería ejercer mi profesión, pero quisiera hacer algo más... Más productivo, más rentable, más flexible, más de todo y menos de lo de antes. He ahí el tareón, porque aunque aún no sé qué será, el tiempo pasa y no espera a qué  defina, cree, planee a paso de tortuga y decida qué hacer.
Definitivamente, tendría que ser algo que no implique estudiar más que cursos cortos. Aunque he visto las temporadas completas de ER y Grey's Anatomy y, moralmente me siento calificada para desempeñarme en cualquier sala de emergencias, no creo que sea suficiente para trabajar de doctora, enfermera, o cualquier agregado de salud que el Colegio Médico autorice; tal vez, dando charlas de primeros auxilios o los informes en admisión, ya que regresar a la U, no está entre mis prioridades (por tiempo, por ganas, por inversión y porque todos creerían que soy profesora y no alumna... Con esto no digo que sea vieja, pero no sería elegida reina de cachimbo tampoco) 
Disfruto mucho lo que hago y valoro lo que tengo, pero llegó hace algún tiempo el deseo de querer hacer más, más por mí y para mí, tal vez suene egoísta, pero creo que logrando éxito personal, complementaré lo comunal. Y al decir éxito no me refiero a ganar un Grammy, un Óscar o un Premio Nobel, simplemente sentirme a gusto, motivada y feliz con lo que se hace, porque entre ventas y ansiedades, llenaré mi casa de cosas lindas y aumentaré de talla, así que tiene que ser rápido.
Esperaré la luz, la fuerza, la magia, o simplemente, el sopapo mental que me dirija hacia la dirección correcta, mientras tanto: "Vendo, vendo, vendo"






Comentarios

Entradas populares de este blog

El yin yang

Momentos de break

El robo